El escritor sueco Jonas Jonasson ha revivido al personaje centenario, Allan Karlsson, que le llevó a ser un «superventas» en su país en el año 2010.
Jonasson nos presenta su nueva novela «El abuelo que volvió para salvar el mundo» con la preocupación «de los nuevos nacionalismos que están en boga».
El escritor llegó a vender más de 3 millones de ejemplares en todo el mundo con la primera novela «El abuelo que saltó por la ventana y se largó». En esta primera, Allan saltó por la ventana de la residencia de ancianos justo en vísperas de su centésimo aniversario. Todo esto, para poder vivir ciertas aventuras con la videz de un joven para así poder restaurar la paz y el orden mundial.
Con esta nueva entrega explica que su personaje sigue preocupado por los hechos del pasado que vuelven a revivirse en la actualidad. Además, sigue la misma línea que el anterior e introduce a su protagonista en la continuación de su viaje por Pyongyang, Nueva York, Suecia y África, donde se encuentra con personalidades como Kim Jong-un, Donald Trump o Angela Merkel, justo en la celebración de su 101 cumpleaños.
El autor afirma que «El mundo en el que vive el abuelo es un mundo desastroso, con estos libros quería denunciar el desastre que es los siglos XX y XXI y las cosas malas, como las guerras o los conflictos mundiales, y temas como el Brexit o lo que hace Donald Trump, y quería demostrar esto desde la cercanía y la pasión. El ‘nosotros contra ellos’ que han seguido algunos, ya Hitler lo utilizaba, también los hutus contra los tutsis o los españoles versus los catalanes. Es algo que debemos cambiar»
Además, Jonasson ha explicado que parte de su experiencia como periodista está incluida en su narrativa. «La crítica social y política que hay en el libro tiene que ver conmigo y mi interés en la historia contemporánea, leo noticias y las medito y pienso mucho».
Por otro lado, el autor ha explicado que su manera de escribir está influenciada por las expresiones de su padre, ya que solía mirar la televisión y exclamar frases como «esto es una mierda» o «esto es para ponerse a llorar».
Jonasson le da una vuelta a esta experiencia tomando los temas de actualidad y fusionandolos con situaciones ficticias repletas de humor. Todo ello a través de la mirada de un hombre nacido en 1905.
Además, su abuelo protagonista propone soluciones a algunos conflictos políticos. «A Trump por ejemplo le he dado un papel mayor porque él es una gran broma dentro de lo trágico que puede ser, pero también vemos como Allan decía que la solución al conflicto entre Israel y Palestina era juntar a ambos líderes en una habitación y ponerles una vodka en medio».
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