Las editoriales independientes luchan por intentar competir en el mercado del libro, desde la calidad y la diferencia.
Alejados de los grandes desembolsos y las presentaciones glamurosas se encuentra gran parte de la edición española, instalada justo en ese territorio (menguante) que van dejando los dos gigantes del mercado.
Las grandes editoriales con renombre y los famosos bestsellers están provocando la progresiva desaparición de la clase media convencional del sector editorial español, aquellos sellos que publican en torno un centenar de libros al año.
Sin embargo, recientemente la agencia española del ISBN registró el alta de 281 nuevos agentes editores. Esto se debe a que la gran mayoría de ellos se salen de lo convencional e intentan diferenciarse a través de la exploración de los mercados de nicho, dirigidos a un público específico y la especialización temática. Abundan en ellas las estrategias de colaboración, han estrechado distancias con el lector y, en algunos casos, se han arrojado sin prejuicio a la edición digital. Estas son las llamadas editoriales independientes.
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