La literatura punk es escéptica y racional y tiene mucho éxito sobre todo en Anagrama.

Son libros que por lo general suelen ser muy breves y con un estilo muy seco que, incluso, llega a ser cortante en algunos casos.

Cuentas historias duras y antisentimentales con una clara tendencia a lo morboso.

Se enorgullecen de sus silencios, de decir poco e insinuar afirmando que aborrecen las frases largas, las imágenes, las metáforas ya que las consideran recargadas y la belleza burguesa y cursi.

Con una visión científica y racional de la vida, todo les parece cursi, anticuado, barroco, recargado o romántico.

Un género totalmente escéptico que no muestra el menor interés por la naturaleza. Se basa en una literatura mental, pensada con la cabeza y no con los sentidos, con la mente y no con la imaginación, con la razón y no con el corazón.

Pueden llegar a ser agresivos en sus juicios y suelen hablar con enorme arrogancia que la disfrazan de modestia.

Una literatura que siempre claman contra los que, para ellos, exhiben superioridad moral, aunque lo hacen exhibiendo una gran superioridad moral despreciando lo bello y lo elevado, lo refinado y lo delicado.