Conocida mundialmente por su caperuza roja y su problema con el lobo feroz, Caperucita Roja es el cuento indispensable de toda infancia. Sin embargo, poca gente sabe que la versión original es diferente a la que todos conocemos.
‘La Cenicienta’, ‘Pinocho’, ‘Los Tres Cerditos’, ‘Patito Feo’… cientos y cientos de cuentos que hemos leído y escuchado con nuestros padres, hermanos, abuelos, etc. Pero sin duda alguna, uno de las clásicos es ‘Caperucita Roja’.
Sus orígenes se remontan al siglo XVII y XVIII. Se compuso gracias a los relatos orales que se contaban por las aldeas, ya que la primera versión escrita la publicó, en 1697, Charles Perrault. No creáis que la historia era tan bonita y sencilla como la conocemos ahora. Lo cierto es que era bastante más dura que la actual.
Charles Perrault
Este escritor francés se aficionó a la literatura desde niño. Criado en una familia de la alta burguesía, tuvo la suerte de tener una buena eduación. En 1651 se diplomó en Derecho aunque, unos años más tarde, decidió dedicarse por completo a la literatura.
En 1697 publicó ‘Historias y relatos de antaño. Cuentos de mi tía Ansarona’. Entre esta recopilación se encuentran ‘El Gato con botas’ y ‘Caperucita Roja’, entre otros.
Respecto al cuento que nos ocupa, Perrault cambió los aspectos más sádicos y duros de la obra original como, por ejemplo:
- El lobo disfrazado invita a comerse la carne y sangre de la abuela descuartizada.
- Obliga a la niña a acostarse con él completamente desnuda, después de haber quemado toda su ropa.
La aportación más importante del francés, como la que hacía en todos sus cuentos, fue la introducción de una moraleja: las niñas no deben juntarse con desconocidos. Cabe destacar que esta lección, en la época medieval, no estaba contemplada y fue una auténtica revolución. Finalmente, Perrault decidió que el cuento no tuviera final feliz.
Normalmente los cuentos suelen llevar una moraleja pues, su principal función, es entretener a los niños y enseñarles de manera didáctica.
Los hermanos Grimm
Al igual que nuestro anterior autor, Wilheim y Jacob, más conocidos como los hermanos Grimm, nacieron en una familia burguesa alemana y, también, se licenciaron en Derecho.
Sus grandes capacidades literarias e imaginativas les permitieron crear obras muy famosas como ‘La Bella Durmiente’, ‘Hansel y Gretel’, ‘La Cenicienta’, entre otros. También versionaron Caperucita Roja y dotaron de un realismo mágico al cuento evitando, a su vez, los detalles más escabrosos de la historia. En este caso, su relato sí tiene final feliz. Además, decidieron incluir un segundo intento del lobo para engañar a Caperucita, pero ella y su abuela lo condujeron, con el olor a comida, hacia una trampa mortal.
Las partes eróticas
Como hemos comentado, la versión original del cuento contaba con algunas partes eróticas que, posteriormente, se eliminaron.
Hay quien dice que Caperucita Roja portaba una caperuza de ese color para simbolizar su pureza. Era una adolescente ingenua, soñadora e inocente que estaba empezando a tener deseo sexual. En ese momento, se encuentra con el lobo, un seductor, mayor que ella, que consigue embaucarla hasta el punto de que accede a acostarse con él. Además, el deseo sexual de la protagonista consigue que olvide los consejos que le dio su madre de no hablar con desconocidos.
En la actualidad, es muy famoso el libro de ‘Caperucita se come al lobo’, de Pilar Quintana, editado y publicado en Chile en 2012. En él, el relato se transforma a una historia sensual en la que la protagonista es la que seduce al lobo feroz y le incita a tener sexo.
Lo cierto es que el libro ha adquirido cierta controversia porque fue distribuido en las bibliotecas de 283 escuelas por un error del Gobierno. El hecho fue denunciado por una escuela del muncipio de Río Bueno después de que uno de sus alumnos le comentara el contenido a su profesor.
Nuestra moraleja es que, efectivamente, nunca hay que juntarse con desconocidos de buenas a primeras y que, para gustos los colores, aunque el de la caperuza sea igual en las tres versiones del cuento.
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