Lo fake está a la orden del día en todos los ámbitos de la sociedad. Desde noticias hasta marcas de ropa cuesta mucho discernir entre lo que es verdadero y lo que es falso.
Probablemente, en más de una ocasión, te hayas «tragado» un bulo. Quizá la muerte de un personaje famoso, la dimisión de un presidente del gobierno o datos falsos del coronavirus hayan sido de las últimas mentiras que hayan llegado a tu teléfono.
Lo fake ha invadido al sociedad en muchos aspectos y, en realidad, siempre ha existido, desde la mitología griega. La gran diferencia ahora radica en la tecnología. Gracias a esta, las noticias falsas corren como la pólvora llegando a alcanzar a millones de personas en apenas minutos u horas. Es algo muy difícil de controlar, por no decir prácticamente imposible.
Para hablar de una de las grandes características del siglo XXI, Miguel Albero presenta ‘Fake: la invasión de lo falso’, su nuevo libro. A través de un ensayo cargado de ingenio y humor, el autor analiza el dominio actual de lo falso sobre lo verdadero.
El origen de lo falso
Albero se remonta a la teoría de Zygmunt Bauman denomina la sociedad líquida. Ésta trata de un colectivo que da prioridad absoluta a lo efímero y falso. Por ejemplo, en los años treinta del siglo pasado, en los mapas de Estados Unidos aparecía una ciudad llamada Agloe que sólo aparecía en los mapas porque, en realidad, era una ciudad fake.
En realidad, el propósito de la creación de esa ciudad ficticia fue cazar a los falsificadores de mapas. Al colar la localidad como un exabrupto, seguros de que nadie iba a examinar con detenimiento el plano, servía como una especie de marca de agua o firma para identificarlo.
La imagen en la falsedad
Según el autor, la imagen supone un elemento clave en lo fake porque siempre distorsiona la realidad. Es como el caso de una postal de Egipto en la que aparecen las pirámides. Cuando acudamos a visitarlas, no nos parecerán reales, pues las imaginaremos como las que vimos en la fotografía. Por ejemplo, un cielo azul claro y despejado, las pirámides completamente limpias y sin calor, cuando quizá nos encontremos con una estampa muy diferente.
Los falsificadores
Una de las partes más importantes del libro está centrada en los verdaderos protagonistas de este universo fake, los falsificadores. Albero los divide en: impostores, los creativos, el estrella, el de arte, etc.
El intruso es aquel que se cuela en fiestas de cumpleaños, ruedas de prensa, platós de televisión, etc. ¿Quién no se acuerda de Thamsanqa Jantjie? Quizá el nombre no te suena de nada pero ese hombre fue quien, supuestamente, estaba traduciendo bien a lenguaje de signos el discurso de Barack Obama en el funeral de Nelson Mandela. Era un impostor.
Los falsificadores de arte suponen otro mundo dentro de la falsificación. Lleno de personajes excéntricos, enigmáticos y extraños. Ha habido artistas que antes de conseguir la fama, han sido muy buenos falsificadores.
Estos autores fake se pueden clasificar también:
- Falsificador copista: imita la obra lo mejor que puede, sin aportarle toque personal.
- Falsificador creativo: crea nuevas obras de un artista.
- Falsificador de pésima calidad: aquel que hace una malísima imitación pero cuela.
Sobre el autor
Miguel Albero nació en Madrid, en 1967. Siendo un escritor polifacético, ha publicado obras en prácticamente todos los géneros. Ha cosechado también premios importantes como, por ejemplo, el Premio Gil de Biedman de Poesía, el Vargas Llosa de Novela y el Málaga de Ensayo. Ha publicado hasta ahora ‘Enfermos del libro’, ‘Instrucciones para fracasar mejor’, ‘Godot sigue sin venir’, ‘Roba este libro’ y ‘Esto se acaba’.
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