«He escrito este libro con el ánimo de que sirva de toque de atención y de estímulo para lograr un tiempo venidero mejor. Todos, cada uno con su pequeña o gran responsabilidad, tenemos el deber de contribuir a que eso sea así».
La voz de Revilla siempre es interesante de escuchar. Como él mismo dice en la introducción de ¿Por qué no nos queremos?, le ilusiona pensar que sus libros puedan orientar positivamente a los jóvenes que puedan leerlos. Por eso ha escrito este, con la intención de señalar las cosas que nos hacen sufrir como sociedad (corrupción, lacras sociales, desigualdades, injusticias) y así nos sea más sencillo superarlas. Porque para Revilla cualquier tiempo pasado no fue mejor, y el futuro está lleno de ilusión y optimismo.
Sinopsis
España ha cambiado muy positivamente en los últimos cuarenta años. Por más que haya recalcitrantes para quienes cualquier tiempo pasado fue mejor, la realidad es justo la contraria: vamos camino de ser los que más vivimos, y con una excelente calidad de vida, tenemos un idioma común que hablan 600 millones de personas, una extraordinaria sanidad pública universal y gratuita, una gastronomía única, somos una potencia turística mundial, estamos dotados de unas magníficas infraestructuras, nos encontramos entre los más solidarios del mundo, nuestra transición democrática fue ejemplar.
Sin embargo, ¿qué pasa? ¿Por qué somos tan cainitas, tan autodestructivos? ¿Por qué tenemos tan mala opinión de nosotros mismos? Ahí están el problema catalán, la corrupción, la escasa credibilidad de los políticos, la lacra de las casas de apuestas, el drama de la despoblación rural o el comunicado del rey Felipe VI por el que renunciaba a la herencia de su padre y le retiraba su asignación económica.
Miguel Ángel Revilla analiza todos estos temas en ¿Por qué no nos queremos? y lo hace como siempre, sin morderse la lengua y poniendo nombres y apellidos, pese a quien pese, porque «a mis setenta y siete años paso de casi todo, salvo de la necesidad de estar tranquilo con mi conciencia».El libro incluye un capítulo dedicado a la crisis del coronavirus, que ha provocado en España la muerte de miles de personas.
Pequeño fragmento
La esperanza de vida es un buen parámetro para calificar a un país. España es en la actualidad la tercera nación del mundo donde la gente vive más. Los españoles morimos a una edad media de ochenta y tres años y cuatro meses. Solo tienen una expectativa más alta los japoneses, que viven ochenta y cuatro años, y los suizos, con una media de ochenta y tres y seis meses. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que España será en diez años el país con la población más longeva de la tierra, con una esperanza de vida superior a los ochenta y cinco años y medio.
Merece la pena hacer algunas reflexiones sobre este importante avance social. Alguien podría pensar que los españoles tenemos por genética propensión a una vida larga. Nada más lejos de la realidad. En el año 1943, cuando yo nací, la esperanza de vida estaba en cincuenta y cinco años. Es decir, desde ese año hasta hoy hemos retrasado la marcha al otro barrio en casi treinta años.
Sobre el autor
Miguel Ángel Revilla (Polaciones, Cantabria, 1943) es el actual presidente de Cantabria y secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), formación que fundó en 1978. Diputado regional desde 1983, licenciado en Ciencias Económicas y diplomado en Banca y Bolsa por la Universidad del País Vasco, desempeñó el cargo de director del Banco Atlántico en Torrelavega entre 1974 y 1983. Fue profesor de Estructura Económica en la Escuela Superior de Dirección de Empresas de Santander entre 1979 y 1982, y de Política Económica y Hacienda Pública en la Universidad de Cantabria hasta 1995. Tras ganar las elecciones autonómicas, en julio de 2019 fue nombrado por cuarta vez presidente del Gobierno de Cantabria.
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